¿Te has preguntado alguna vez cómo es diferente una crema facial de una loción? Ambas ayudan a mantener tu piel hidratada y saludable, pero hay algunas diferencias que deberías conocer. En Roni, nuestro objetivo es guiarte en la elección de los productos de cuidado personal adecuados según tus necesidades únicas. Aquí te damos una mirada más cercana a las cremas faciales y lociones para descubrir qué las distingue — y cómo decidir cuál es el mejor para ti.
¿Cuál es la diferencia entre una crema facial y una loción?
La sensación y textura de la crema facial y la loción facial es una gran diferencia. La crema facial tiende a ser más espesa y pesada que la loción. Y esta espesura significa que la crema facial puede proporcionar humedad adicional a la piel seca, haciéndola sentir suave e hidratada. Esto es especialmente cierto para la piel seca o envejecida. Por otro lado, la loción es más ligera y se seca rápidamente. Así que es ideal para personas con piel grasa o propensa al acné. Ya que mantiene la hidratación sin hacer que la piel luzca grasosa.
Los cremas faciales tienden a tener aún más ingredientes especiales para cuidar de tu piel. Sumergidos en estas están los aceites, mantecas y antioxidantes que trabajan maravillas para la salud de tu piel. Ellos mantienen la humedad bloqueada en la piel por un muy largo tiempo mientras trabajan hacia el mejoramiento de la apariencia de la piel. La crema, sin embargo, tiende a contener más agua. Esta agua en ella trabaja para hidratar tu piel, dejándola tan suave como otras cremas, sin la sensación pesada que algunas de ellas pueden dejar.
Tomar la Decisión Correcta Para Ti
Al elegir entre crema facial y loción facial, es importante considerar tu tipo de piel y cualquier preocupación que puedas tener. Por ejemplo, si tu piel es seca, madura o sensible, entonces podrías necesitar la espesa y cremosa crema facial. Esto garantizaría una nutrición y protección adecuadas para tu piel. Por otro lado, si tienes piel grasa o eres propenso al acné, podrías necesitar algo más ligero como una loción o un hidratante a base de gel. Esto hidrataría tu piel sin tapar tus poros ni hacerte sentir grasoso.
También no olvides el clima y las estaciones cuando elijas tu humectante. Podrías desear una crema facial más pesada —para protección e hidratación— cuando el aire está seco y frío. Tu piel puede resecarse rápidamente en condiciones severas. En climas más cálidos y húmedos, una loción ligera podría sentirse mucho mejor y no pesar tanto sobre tu piel. Se trata de descubrir lo que te resulta cómodo y lo que funciona en diversas circunstancias.
Por qué la textura importa
La textura de tus productos de cuidado de la piel tiene un impacto significativo en cómo se sentirán al aplicarlos en tu piel. Un producto para la piel grasa puede tapar los poros, lo que provoca brotes. El contrapunto es que una crema facial pesada puede derretirse en la piel grasa. Por el contrario, una loción ligera puede ser demasiado fina para la piel seca, lo que resulta en una sensación apretada e irritada.
La textura puede marcar una diferencia en cómo se siente al aplicarlo en tu piel. Una crema espesa podría ser demasiado rica o aceitosa al tacto. Esa es una sensación que puede ser bastante desagradable. Una loción ligera generalmente es más fácil de penetrar en la piel y hace que la piel se sienta suave y sedosa. Un producto adecuado depende de la naturaleza de la piel con la que estás lidiando, así como de la preferencia personal.
Más sobre elegir un producto adecuado para ti
Es inteligente experimentar con diferentes texturas e ingredientes para descubrir el mejor producto para tu piel. Comienza examinando realmente tu tipo de piel y cualquier problema que puedas tener, como sequedad, patas de gallo o brotes. Conoce tu piel para tomar mejores decisiones.
Luego, busca hidratantes con ingredientes adecuados para tu tipo de piel. Por ejemplo, si tu tipo de piel es seca, busca productos que contengan ingredientes útiles como ácido hialurónico, manteca de karité o ceramidas. Estos ingredientes son excelentes para sellar la humedad. Los hidratantes que contienen ácido salicílico o niacinamida también son beneficiosos para la piel grasa, ya que pueden ayudar a regular la producción de grasa en la piel.
Finalmente, presta atención a la sensación de este hidratante en tu piel. ¿Se absorbe rápidamente? ¿Se siente pegajoso o graso? ¿Deja tu piel hidratada y nutrida? Esta es la mejor manera de ver qué puede ser beneficioso para ti y tu piel.
Guía de uso del hidratante: Consejos para su uso
Después de encontrar el mejor hidratante para tus necesidades, aquí tienes algunos consejos sobre cómo usarlo correctamente:
Siempre aplica tu hidratante después de limpiar y tonificar tu piel. Paso 6 — "De esa manera, la piel está fresca y limpia lo suficiente como para aceptar el producto.
Un poco es suficiente, aproximadamente del tamaño de una moneda de cinco centavos en tu rostro y cuello. Así que para una dosis promedio, eso es suficiente para extenderlo por tu piel sin aplicar demasiado.
Masajea el hidratante suavemente en tu piel usando movimientos ascendentes y outward. Esto ayudará a la circulación sanguínea y te dará un brillo.
Aplica otros productos o maquillaje solo después de que el hidratante se haya absorbido completamente. Esto hidratará tu piel tanto como lo necesita.
Con estos consejos, puedes estar seguro de que tu humectante está haciendo lo mejor para tu piel.
, en resumen, una piel saludable y bonificada encontraría la elección adecuada de productos de cuidado facial. Ya sea que tengas una carne profunda o una crema facial cremosa o desees lociones extremadamente finas, Roni tendría en su catálogo lo que tu piel realmente necesita para siempre lucir encantadora. ¡Debes encontrar tu preparación ideal a partir de la comprensión de las dos productos con diferencias distintivas entre ellos, por lo que debes evaluar su textura y cualidades!!!